Propósitos de año nuevo:Hacer deporte
Solamente cuando acabas de dar el último bocado al roscón, eres consciente de que se acabaron las navidades y, con ello, llega la vuelta a la rutina habitual. ¿Y cuál es el mejor modo de hacer este proceso más llevadero e interesante? Poniendo en práctica aquellos propósitos que te hayas planteado para el año 2023.
Tocar la guitarra, aprender un nuevo idioma o viajar más, son solo algunos de los ejemplos más habituales de propósitos de año nuevo; todas esas son opciones de lo más interesante, pero, desde CIMACO, queremos ofrecerte una opción que, además, tendrá beneficios para tu salud y bienestar, sí, estamos hablando de hacer ejercicio y aquí te enseñaremos cómo empezar a entrenar de la mejor manera.
Beneficios de hacer deporte
Pero claro, antes de empezar sin más a darte consejos, habrá que explicarte cuáles son los beneficios de hacer deporte. Lo sabemos, al principio cuesta, pero, con el tiempo, valorarás las enormes ventajas de llevar una vida más saludable. Para empezar, es fundamental para prevenir las enfermedades cardiovasculares; mejora la calidad del sueño; tu estado de ánimo se verá liberado del estrés y, por supuesto, cada día te notarás más fortalecido y menos sedentario. También es importante destacar cómo, con el paso del tiempo, sentirás que, en esos días raros, cuando todo te va mal o has tenido una bronca en el trabajo, lo único en lo que pensarás es en salir a correr o a andar para liberar tu mente, o al gimnasio a desconectar y quemar la adrenalina.
Fijar objetivos realistas
Está claro que el primer día no vas a correr una maratón o vas a levantar 70 kilos en press de banca. Debes ir paso a paso, marcando objetivos que puedas cumplir y siempre teniendo en cuenta tus fortalezas y, por supuesto, tus debilidades. Si, por ejemplo, por la mañana te cuesta madrugar o ya te levantas muy pronto para ir a trabajar o estudiar, prueba la gratificante y novedosa experiencia de salir a correr de noche. O, si no te gusta toparte con el gimnasio repleto, puedes ir por la mañana temprano, es el mejor despertador que hay y, encima, tendrás todo el espacio disponible para ti.
Quizá tu primer objetivo sea conseguir practicar deporte 3 días cada semana, o lograr aguantar 15 minutos corriendo sin parar. Aunque te parezca poco, ya es un progreso, hay que sentar hábitos para poder lograr retos cada vez mayores.
Establece objetivos progresivos
Una vez elegido el horario, debes tener claro qué metas quieres lograr. ¿Quieres disminuir el índice de grasa corporal y ganar resistencia? Empieza por correr el tiempo que puedas aguantar e irás aumentando tu capacidad pulmonar, con lo que, con el tiempo, las distancias serán cada vez más largas. También sirve caminar, hacer bicicleta o natación. Día tras días, te sentirás más capacitado de hacer una ruta por montaña sin cansarte, o de completar, con nota, intensas sesiones de HIIT.
Si lo que quieres es construir músculo, transformando la grasa y tu estructura física y ósea, debes empezar con circuitos de adaptación, acostumbrándote al mundo de las pesas y, siempre, buscando el mejor asesoramiento. Dependiendo de cuál sea la meta que tienes, tu entrenamiento se adaptará a ella, pero, lo más importante, es que te sientas cómodo con lo que practiques.
Crea una rutina o plan de entrenamiento
Una vez has tomado la decisión sobre qué tipo de ejercicio te conviene y te interesa más, toca establecer una rutina. Sí, lo sabemos, es una palabra que asocias con algo aburrido, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad. Seguro que alguna vez has cambiado de trabajo, de ciudad o de colegio cuando eras pequeño, ¿a que sí? Al principio, seguramente, te costaría, porque los cambios siempre son difíciles. Conforme pasa el tiempo, todo se calma, porque aquello que era desconocido, se transforma en algo cotidiano y familiar.
Una rutina de entrenamiento es algo similar, al principio dudarás, pero cuando tu mente y tu cuerpo se acostumbren, lo harás sin pensarlo, te saldrá solo. Ahora, tampoco hace falta convertir un plan de entrenamiento en algo monótono y aburrido, porque, de ese modo, no te ejercitarás con ganas y perderás la motivación. Hay muchas modalidades de rutinas, tanto para ejercicios cardiovasculares como para el gimnasio.
Puedes empezar por subir cada día 2 minutos más de cardio a la semana y, al tiempo, se te quedará corto y querrás aumentar 2 km más. Para el gimnasio, una vez has superado tu circuito de adaptación, elige qué te gusta más y, esto es importante, cuántos días estás dispuesto a ir. Full-body, Weider o Stronglifts, todas las rutinas tienen sus particularidades y ventajas. Infórmate y elige en consecuencia, porque hacer algo que no te gusta, puede derivar en pérdida de interés y abandono.
Sobre todo, no te preocupes si al principio no aguantas mucho en la bici o crees que levantas poco peso. Cada uno tiene su ritmo, sus propias características y esto es una carrera de fondo, no un sprint, recuérdalo. Si un día no tienes ganas de ir, no pasa nada, no hay que martirizarse y tienes que aprender a ser flexible contigo mismo.
Ofrécete recompensas
Es un incentivo muy interesante y que, si al principio todo te cuesta y te resulta incómodo, deberías tenerlo en cuenta. Y es que, por muy motivado que estés por cumplir tus propósitos de año nuevo y empezar cuanto antes a hacer deporte, debes saber que el cerebro ansía el orden y que, cualquier elemento que enturbie esta situación y lo ponga en riesgo, es altamente descartable. Por ello, es importante mantener la rutina el primer mes, para que tu mente se haga al cuerpo de estos nuevos mecanismos y entornos.
Elige un premio que te ayude a sobrellevar el esfuerzo del ejercicio, por ejemplo, escuchar tu canción favorita tranquilamente, darte un tranquilo paseo y a tu ritmo, o sentir que te has ganado poder tomarte el café de después con tranquilidad. Dales valor a esas compensaciones y verás cómo cada día te cuesta menos, hasta que te des cuenta de que la recompensa en sí misma es el entrenamiento.
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