Antes de comprar cualquier carriola, prueba varios en la tienda y busca lo siguiente:
· Cinturones de seguridad: Es indispensable que el cochecito tenga un cinturón para mantener seguro a tu pequeño. Sin él, cualquier bebé mayor que se respete hará todo lo posible para escaparse y lo logrará. Busca un cinturón de tres puntos de sujeción que vaya alrededor de su cintura y entre sus piernas. La hebilla debe ser fácil de abrir para ti y cómoda y segura para tu bebé. En los cochecitos para correr es deseable un arnés de cinco puntos, ya que las correas de los hombros mantendrán a tu bebé más seguro en terreno escabroso.
· Buenos frenos: Pruébalos en la tienda. ¿Son fáciles de usar? Las ruedas deben inmovilizarse cuando pongas el freno.
· Seguridad: Cerciórate de que tu carriola tenga un mecanismo de seguridad que evite que se pliegue accidentalmente.
· Peligros ocultos: Examina el marco para ver si tiene bordes afilados o protuberancias. Los dedos y los deditos de los pies de un bebé pueden quedar atorados entre piezas de metal o ser pellizcados por resortes al descubierto. Otra cosa que hay que evitar son las aperturas para las piernas lo suficientemente amplias para que un bebé pequeño pudiera salirse accidentalmente por ellas.
· Manejo fácil: Prueba la maniobrabilidad de la carrila. Debes poder empujarlo en línea recta y hacer que dé la vuelta con una mano. Las ruedas frontales y traseras que giran sobre su eje hacen que el cochecito sea más fácil de maniobrar, mientras que las ruedas que se mueven sólo en una posición por lo general hacen que sea más difícil.
· Altura cómoda del manubrio: La altura ideal del manubrio es al nivel de la cintura o un poquito más abajo. La mayoría de los cochecitos se construyen para la mujer de altura promedio. Si no te corresponde esta descripción — y a la mayoría de los papás no les corresponde — tal vez quieras adquirir una carriola con manubrio ajustable.
· Asiento ajustable: ¿Se reclina el asiento? ¿Es fácil de ajustar? Un asiento que se reclina es indispensable para la siesta cuando llevas a tu bebé a alguna parte en su carriola.
· Toldo: Un toldo ajustable para proteger a tu bebé del sol, la lluvia y el viento hace que los paseos sean más cómodos.
· Cesta de almacenamiento: Esta es una enorme ventaja al ir de compras y facilita el transporte de las cosas del bebé.
· Tela lavable: Un bebé ensucia y moja todas las superficies que toca con facilidad. Una carriola con tela que puedes quitar y lavar es más fácil de mantener limpio.
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